El Hogar de María crece. La obra crece. Los que ayer ingresaron siendo niños, hoy ya son adolescentes, y los adolescentes de ayer, hoy ya son jóvenes.
Simultáneamente, van ingresando nuevos niños, algunos muy pequeños, otros de corta edad, otros un poquito mas grandes.
Es la vida, que con su potente dinamismo presenta día a día un nuevo desafío frente al proyecto de vida de cada uno de los niños, adolescentes y jóvenes que en el Hogar de María viven.
Hoy son 31. Cada una de estas vidas merece el amor más perfecto, merece el amor de Dios Padre de la mano del amor de su prójimo.
Cada una de estas vidas es recibida y acompañada con el mayor amor posible, fruto del servicio desinteresado de todas las personas a las que el dolor del más débil, las conmueve.